Sesión de bebé a domicilio ♥ ¡Bienvenida, Ivet!

El miércoles 8 de marzo, día internacional de la mujer, nació ella. Y el domingo, con apenas 4 días de vida, mi cámara y yo la conocimos. Esa mañana cogí el coche con miedo porque estaba muy nublado (de hecho, el tiempo me hizo cancelar una sesión de pareja que tenía por la tarde u.u ) y los papis de Ivet me habían dicho que en su casa no había mucha luz. Pero al llegar, se me pasaron todos los miedos: no hacía un día espectacular, pero las ventanas eran perfectas para dar una luz súper especial.

Cuando haces fotografía a domicilio, cada hogar tiene sus cosas y lo verdaderamente chulo es poder aprovechar todo lo que una casa te ofrece para hacer fotos más bonitas y personales. Unas casas tienen enormes ventanales por los que entra muchísima luz suave, otras tienen ventanas más pequeñas que hacen el efecto de un foco de luz, creando sombras y contrastes. Unas tienen estancias enormes en las que me puedo alejar para dar más espacio a la familia y otras son más chiquitinas y puedo hacer fotos más íntimas, más recogidas, más acogedoras. La cuestión está en saber aprovechar lo que cada sitio ofrece, sin más :)

Y después de pasar un par de minutos hablando precisamente de esto, los papis de Ivet me la presentaron. Así, acurrucadita y durmiendo bajo esa luz tan preciosa. Esa tenía que ser mi primera foto!

La familia quiso aprovechar que tenían que cambiarla para hacerle las curas al ombliguito. Ivet todavía tenía el último trozo de cordón umbilical enganchado (fue una suerte que fuera precisamente ese día a hacerle las fotos, porque a la mañana siguiente se le cayó!) y, de paso, guardar también en forma de fotos esta pequeña rutina diaria de cuando tienes un bebé tan pequeño en casa.

Iba también avisada de que en la casa había dos inquilinos de cuatro patas muy efusivos con las visitas, pero no me esperaba tener a Foc y a Lua dándome besos en la cara y las manos cada vez que me ponía a su altura xD Por supuesto salieron en algunas fotos, no os podéis perder el amor con el que miraban a Ivet. Los perros son lo mejor del mundo, y punto! :p

Según me han contado mis #familiasmonamour (yo no lo sé porque no tengo hijos todavía), cuando se tiene el primer bebé todo en casa es silencio y cuidado. Pero cuando en casa ya tienes un terremoto de dos años (y dos perros xD), las risas, los correteos y los juegos forman parte del día a día así que, simplemente, se le añade el nuevo miembro de la familia :p

Me enamoró completamente esta mantita en cuanto me la enseñaron. El mensaje que tiene bordado me parece el deseo más bonito que puedas tener para un recién nacido, amor puro!

Por cierto, Ivet se portó súper bien todo el rato que estuve con ella, apenas lloró un par de veces, lo justo para hacerle un par de fotos. Porque sí, las fotos de bebés suelen ser todas calmadas, con los niños durmiendo y con esa media sonrisita que ponen... Pero la realidad es mucho más amplia e incluye, por supuesto, llantos. Pero no os preocupéis, que mami estaba cerca para consolarla y, de paso, regalarme otra foto preciosa!

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